2. Problemática estética.
A medida que se descubrió la interna riqueza de la experiencia , que moviliza y tensa el ser integral del hombre, el anclaje de la misma en la intuición sensorial dio lugar a una grave y amplia problemática al ponerse de manifiesto' la diversidad de planos entitativos que se dan en la actividad y en el objeto estéticos. En éste deben distinguirse y armonizarse debidamente el plano sensible y el inteligible (el superficial-expresivo y el profundo-expresante), la figura y el tema o argumento, la forma y la materia, etc.
La experiencia e., por su parte, debe moverse en diferentes niveles: metasensibles y sensibles, teóricos y prácticos (en sentido de configuradores), formales y materiales, comprometidos y desinteresados, sentimentales e intuitivos, creadores y receptivos, etc.
Por falta de un riguroso análisis de los conceptos fundamentales que deciden la reflexión filosófica, al hacer crisis, en la Edad Moderna, la confianza en el rigor objetivo de la percepción sensible, el conocimiento sensorial (v. SENSACIÓN) cobró un peligroso matiz subjetivista que contribuyó a escindir insalvablemente lo interior y lo exterior, lo subjetivo y lo objetivo, lo formal, como puesto por el sujeto, y lo material, en cuanto receptivo de la forma.
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